Tuesday, July 05, 2005

Amado Dios...

Antes que nada quiero pedirte perdón. Sé que estoy mal. Sé que no tengo derecho a estar como estoy o a sentirme como me estoy sintiendo. No me debo quejar. No tengo excusas. Todo lo que me está pasando o estoy sintiendo es mi responsabilidad; pago por mi pecado (duda). Sé que pude haber hecho las cosas de otro modo. ¡Perdóname! Sé que te he fallado; he dicho y hecho cosas que están mal delante de ti. He entrado en ira, en enojo, en murmuración, en queja, en chisme, en coraje. Perdóname. Vengo a ti, guíame, santifícame en ti; quiero andar en tu verdad. Tómame. Abrázame, mi corazón hoy vuelvo a ti, solo a ti. Quiero humillarme; buscar tu rostro. Hoy me arrepiento delante de ti. Vengo a invocarte. Inclina tu oído; escucha y perdona mi rebelión. De corazón te pido perdón, Señor. Más que todo, necesito que me des fortaleza; que me vivifiques. Que saques de mi todo eso que no te agrada; que me aleja de ti. Quiero acercarme a ti, pero no hago ni lo más mínimo por tener intimidad contigo. Me despiertas en medio de la noche y aún así no te hago caso; no me levanto; no te busco, no te hablo, no leo tu palabra. Solo puedo y quiero decirte que te amo. Es lo único que me sale. Tú conoces mi corazón y aunque trato de no pensar cosas que te desagradan, sabes que sí las estoy pensando. Sabes que me he enojado en contra tuya y en contra de mi misma. Que he querido cuestionarte por lo que me pasa, sabiendo que la única culpable soy yo misma. Sabes que he sentido deseos de rendirme; de mandar todo al olvido; de no hacer nada más o hacer menos de lo que hago ahora (no sé cómo, si casi no hago nada). ¿Por qué tanto desánimo? ¿Porqué tanta duda? ¿Porque me enojo tan fácilmente? ¿Por qué tanta vagancia? ¿Por qué no tengo ánimo para hacer lo que debo hacer? ¿Por qué dudo tanto? ¡Perdóname! Quiero seguir adelante. Quiero que sigas trabajando conmigo. Perdona mi frente a la vida. Sé que no ha sido la mejor. No he orado lo suficiente ni me he mantenido en comunión contigo para saber lo que está bien o mal. No tengo excusas. Yo sé que eres tú quien está en control de todo, Señor. Quiero creer eso. Por favor, ayuda mi incredulidad. Ayúdame a creer, a cederme a ti. Toma control de mi vida, de mis finanzas, de mi carácter, de mi mente, de mis emociones, de mi corazón. Te autorizo, Padre. marzo 1, 2004
© Derechos Reservados, Mei-Ling ((-_)))

No comments: