Monday, November 05, 2007

Piénsalo dos veces…

En realidad no recuerdo cómo llegó esto a mis manos a principios de año, pero sí recuerdo haberlo compartido con par de personas.

Hoy, revisando viejos mensajes, lo volví a encontrar. Aquí lo comparto con los que me leen de vez en cuando:

Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Pensó: ¿Qué tipo de comida podía haber allí?

Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: "¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!"La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda"

El ratón fue hasta el cordero y le dijo: "¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!" "Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones"

El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: "¿Pero acaso yo estoy en peligro? Pienso que no, dijo la vaca"

Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima.

La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa.

La serpiente veloz picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre alta. Todo el mundo sabe que para reconfortar a alguien con fiebre, "nada mejor que una nutritiva sopa".

El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató al cordero.

La mujer no mejoró y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.

La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que no te afecta, no es tuyo, y no le prestas atención.... piénsalo dos veces.

El que no vive para servir, no sirve para vivir.

El mundo no anda mal por la maldad de los malos, si no por la apatía de los buenos

Thursday, August 23, 2007

Pero Me Acuerdo De Tí...

de Rudy Pérez

Ahora que ya mi vida se encuentra normal
Que tengo en casa quien sueña con verme llegar
Ahora puedo decir que me encuentro de pie
Ahora que me va muy bien

Ahora que con el tiempo logré superar
Aquel amor que por poco me llega a matar
Ahora ya no hay más dolor
Ahora al fin vuelvo a ser yo

Pero me acuerdo de ti
y otra vez pierdo la calma
Pero me acuerdo de ti
y se me desgarra el alma
Pero me acuerdo de ti
y se borra mi sonrisa
Pero me acuerdo de ti
y mi mundo se hace trizas

Ahora que mi futuro comienza a brillar
Ahora que me han devuelto la seguridad
Ahora ya no hay más dolor
Ahora al fin vuelvo a ser yo

Pero me acuerdo de ti
y otra vez pierdo la calma
Pero me acuerdo de ti
y se me desgarra el alma
Pero me acuerdo de ti
y se borra mi sonrisa
Pero me acuerdo de ti
y mi mundo se hace trizas

Tuesday, August 21, 2007

¡¡¡Que pantalones tuvo Lot!!!


En Génesis, capitulo 19, el autor narra la experiencia de Lot cuando, gracias a la ferviente intercesión de su tío Abraham, fue librado de la destrucción que atravesó Sodoma y Gomorra.

Antes que nada, es obvio que Lot se había dejado influenciar por su nuevo lugar de residencia.

Está brutal cómo a veces se nos olvidan nuestro lugar de procedencia y nuestras raíces y nos entregamos a las influencias de nuestro nuevo entorno. ¿Adaptación o “adaptación”? Nada. Ese es otro tema.

Abraham intercedió por Lot y su familia para que no fuesen destruidos a causa de la ira de Dios por la perversidad de Sodoma y Gomorra. Literalmente negoció con Dios para poder salvar a su sobrino.

Dios envió a 2 hombres a casa de Lot para avisarle sobre lo que pasaría en S&G. Fue un aviso para que Lot, su esposa, sus hijas, sus hijos y sus yernos salieran sin sufrir daño. ¡Dios es bueno! Aún en medio de su enojo a causa del pecado, Dios fue misericordioso gracias a la interseción de uno de sus hijos. Esto prueba la importancia y la eficacia de la interseción entre nosotros.

Los yernos de Lot no creyeron. Se burlaron del aviso del Señor.

Lot tampoco estaba muy convencido. Dice la Palabra que Lot titubeó. Tuvo dudas. Los dos hombres que Dios le envió tuvieron que literalmente tomarlo por la mano, a él, a sus hijas y su mujer, y sacarlo de allí. Dice el versículo 16 que "la compasión del Señor estaba sobre él". ¿Interseción?

De todos modos, aunque le dieron instrucciones precisas de que se fuera al monte, de que no mirara hacia atrás y que no se detuviera en ninguna parte del valle, igual Lot tuvo la osadía de poner condiciones.

Lo estaban enviando al monte. DIOS lo estaba enviando al monte. Y aunque Lot reconoce (versículo 19) que Dios había sido misericordioso con él y que le había salvado la vida, se atrevió a decir que no podía escapar al monte; no fuera a ser que el desastre lo alcanzara y muriera.

¡Que pantalones! Dios te acaba de sacar de una situación de afrenta de MUERTE y ¿te pones a titubear por el lugar a donde te ha enviado?

Es como si le estuviese diciendo a Dios, "Dios, sé que me sacaste de Sodoma y Gomorra para salvar mi vida, pero no confío en ti lo suficiente como para irme al monte, porque allí podría morir."

Si Dios te libró de una muerte segura (a causa del pecado y la maldad), ¿acaso no te librará el resto del camino? Claro, si permaneces haciendo su voluntad.

La verdad es que somos muchos los Lots en esta vida. Somos muchos los que, acabando de ser liberados de una situación difícil (a veces hasta de muerte), olvidamos lo misericordioso que es Dios y lo dispuesto que está a socorrernos y librarnos, cuando somos obedientes y especialmente cuando hay alguien intercediendo por nosotros en oración.

¡Como nos ama el Padre!




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Friday, August 17, 2007

Cosas locas…

Algo que me pasa a menudo es que de momento siento la presencia física de alguien a mi lado, que en realidad no está ahí. Me explico: Estoy en un lugar en el que estuve anteriormente con alguien en específico y de momento siento su fragancia (su olor) o su presencia. No necesariamente pasa todo el tiempo en el mismo lugar, pero sí sucede a frecuentemente. Me pasa en la oficina específicamente. Voy caminando por un pasillo o entro a alguna oficina o al elevador y de pronto puedo oler su perfume aunque no haya nadie aquí que lo use. O de momento siento que puedo cerrar mis ojos y tocar su cara frente a la mía.

Continuamente en el baño, en las losas o en la puerta (en el grano de la madera) veo formas de figuras, objetos, personas o personajes como si fuesen retratos o pinturas que saltan a la vista. No tengo destrezas de dibujo, pero en mi mente estoy segura de que podría, si me lo propusiera, dibujar eso que veo aún con mis ojos cerrados.

El poder ver a la gente o sentirla a través del monitor. Los que me conocen y han experimentado esto conmigo, saben a lo que me refiero. En algunas relaciones cibernéticas, mientras “tecleamos”, percibo lo que la persona está haciendo o pensando, o lo que está mirando, o cómo es su medio ambiente, su entorno y hasta su vestimenta. Claro, que eso solamente lo confirma la persona; así que solamente ellos saben si mienten al confirmarlo.

Poder terminar una oración o frase durante una conversación con alguien a quien tengo frente a frente. Y no me refiero a algo obvio, sino a conversaciones complejas en las que antes de que la persona termine de expresarse ya le he completado lo que va a decir.

En fin, cosas locas…


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Tuesday, August 07, 2007

En un sueño construí...

En un sueño construí
todo aquello que he anhelado,
en un sueño descubrí
que el amor había llegado.

Nunca pensé
que podría volver a suceder,
con tan solo cerrar mis ojos
apareces abrazandome.

Y no logro despertar
de este sueño tan profundo
y pensar que eres tú
la dueña de mi mundo.

Nunca imaginé
que podría volver amar;
que el amor que un día soñamos
sea hoy una realidad.

Nunca imaginé
que podría volver a suceder
con tan solo cerrar mis ojos
apareces abrazandome.

Despierta de ese sueño,
en el cual me llevas dentro.
Ven abrazame y siente
que este amor es verdadero.

Dale alas a tu alma,
ven no tengas miedo;
que nuestro amor sera un sueño
por el cual siempre viviremos.

Nunca imaginé
que podría volver amar
que el amor que un día soñamos
sea hoy una realidad.

Nunca imaginé
que podría volver a suceder
con tan solo cerrar mis ojos
apareces abrazandome.

En un sueño construí
todo aquello que he soñado.
En un sueño descubrí
que a mi vida…


…llegaste tú.


WF - 07/23/03 - 11:23am

Monday, August 06, 2007

Ser organizado o no serlo… Esa es la pregunta.



No sé si es algo genético o una cosa que se aprende con el tiempo. La verdad es que en mis recuerdos siempre fui una niña organizada. Mi cuarto siempre estaba bien recogido, las cosas en su lugar en el closet, en la mesa de noche, en la coqueta (dresser) y hasta en el área de los juguetes. No recuerdo que fuese mi mamá la que me acomodara las cosas. En fin, siempre he sido organizada en todo; para bien o para mal. ¿Quién sabe?

En mi casa todo tiene su lugar y hay un lugar para todo. Predico sobre organización constantemente como si fuese una obsesión. De hecho, después de ver a Monk y sentirme identificada con par de sus manías tuve que relajarme un poco y coger las cosas con calma.

En mi oficina parece que nadie trabajase porque siempre la mantengo inmaculada. Nunca (por más ahogada en trabajo que esté) me permito dejar regueros de papeles y materiales en el escritorio o la credenza. Antes de irme a casa en las tardes me aseguro de que todo esté en su lugar o por lo menos colocado de manera organizada y recogida.

Aunque me gusta la decoración y el diseño, opto por las cosas sencillas y no soporto los lugares cargados de figuritas y fotos y 20 cosas más, a menos que sea parte de un concepto de diseño bien planificado y bien ejecutado.

Claro que la organización o desorganización de un individuo no solamente se percibe por el lugar donde vive y por su área de trabajo, sino en sus actividades y en sus acciones. Por ejemplo, de solo interactuar con una persona por par de horas (no quiero exagerar diciendo “minutos”) puedo imaginar si la persona tiene la casa organizada y limpia o si por el contrario tiene un revolú en la casa más grande que el que tiene en la cabeza.

Me he topado en la vida con una serie de personas sumamente organizadas; lamentablemente esos son los menos. El mundo pareciera estar inundado de gente desorganizada, por lo menos en mi opinión. Esto lo noto principalmente en al analizar gente en mi familia, entre conocidos, en la oficina, en la iglesia, en el gobierno; en fin, en todas partes.

En mi experiencia, la persona desorganizada suele tener problemas financieros, problemas familiares, problemas en el trabajo, problemas en su comunidad y peor aún, tiene problemas consigo mismo. Muchos no logran transmitir sus pensamientos clara y adecuadamente porque en su mente existe un constante remolino de ideas y pensamientos.

La desorganización es particularmente perjudicial en personas que ocupan posiciones de liderazgo. De hecho, en mi opinión, un líder desorganizado no puede mantener la atención y el respeto de su grupo. Inclusive, alguna gente pareciera perderse cuando una persona de autoridad muestra poca o ninguna habilidad organizacional al expresarse (de manera verbal o escrita). Es como si no se pudieran concentrar en lo que la persona dice porque según de desorganizada es en su exterior, así mismo se percibe en el interior.

Algunas cosas que ayudan mucho a una persona a organizarse son las siguientes:

• Lo primero es aceptar que es desorganizado(a) y determinarse a sí mismo (a) que va a trabajar con la situación; claro, si desea organizarse.

• Hacer una limpieza general (en casa y en la oficina) y deshacerse de cosas que sabe que no tienen ningún uso o utilidad. Quizá eso que tienes ocupando espacio en tu casa u oficina (sin uso) puede ser algo de utilidad para algún familiar o amigo.

• Mantener una agenda o diario en la que anotas fechas importantes, eventos, citas, reuniones, llamadas por hacer, etc. Por lo general, la gente desorganizada olvida fechas importantes, reuniones, citas y demás.

• Empieza una lista de “cosas que debo hacer”. Puede ser en un pedacito de papel o en una libreta específicamente para esto o en una página en tu agenda o diario. Anota ahí TODAS las cosas que tienes pendientes para hacer: pintar la casa, recoger tu escritorio, terminar algún proyecto, etc., etc., etc.; luego ve tachando cada cosa que vayas completando. Verás que satisfacción se siente el lograr terminar cada una de esas cosas pendientes.

• Organiza tus finanzas (muchas veces las personas desorganizadas también lo son con sus finanzas). Puedes hablar con un planificador financiero o con un amigo que tenga experiencia que quiera ayudarte a organizar tus asuntos financieros.

En fin, un poquito de organización no le hace daño a nadie. Al contrario, organízate y verás cuan bien te sentirás…


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Wednesday, May 30, 2007

Las ambulancias en PR... Y el servicio 9 1 1

Hace mucho tiempo existe la controversia sobre si el sistema de emergencias 9 1 1 funciona en Puerto Rico. Todos pagamos por este servicio en nuestras facturas de teléfono; tanto celular como residencial.

Sin embargo, y aunque sé que el servicio es pésimo debido a la burocracia por la que tiene que pasar la gente que llama al 9 1 1, lo que más afecta el servicio de ambulancias en PR, en mi opinión muy personal, son los mismos choferes de ambulancias y su personal.

¿Cuantos no hemos visto a choferes de ambulancias (paramédicos, entiendo) que de momento y de la nada encienden la sirena solamente para lograr pasarle a todo el mundo en un tapón? De hecho, me ha sucedido que me encuentro la misma ambulancia un poco más adelante estacionada en algún negocio de comida rápida como si nada. Claro, seguramente llegar a comer es una "EMERGENCIA" para algunos.

El viernes pasado de camino a casa viajando por la Piñero me pasaron 2 ambulancias por el lado a toda velocidad en dirección contraria. En la primera iba el chofer con un pasajero riéndose a carcajadas. Los vi claramente porque en medio del tapón quedamos casi frente a frente. De inmediato me pregunté que si fuese yo la que maneja una ambulancia con alguien grave en la parte de atrás o si fuese camino a una emergencia, ¿iría riendo a carcajadas?

La segunda ambulancia que me pasó por el lado iba tratando de cortar entre los carros para avanzar, pero la gente no tenía a dónde moverse por la densidad del tapón. Pensaba que se chavó el paciente porque definitivamente ese no llegaba a tiempo a ningún lado.

Y es que la gente, parece que al igual que yo, se ha dado cuenta de que muchos de estas ambulancias no van a ningún lado muchas veces (a menos que no sea a comer, a ponchar para salir de su turno los paramédicos, etc.). O por lo menos no van a ninguna "emergencia" y sencillamente no los quieren dejar pasar.

Claro que NO estoy de acuerdo con que esa sea la actitud que tomemos, pero sí estoy segura de que muchos ya se dieron cuenta del truco.

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Monday, May 21, 2007

Felicidades en tu graduación, hijo mío...

Con tus amig@s...





Con tu hermana...


Conmigo...

Con tus abuelos...

Wednesday, April 18, 2007

Cuando la gente te saca el cuerpo…

...no es necesariamente por tu mal olor. ¡JEJEJE! Son bromas; eso es solamente parte del asunto.

Alguna gente parece no darse cuenta o no querer aceptar que los demás le sacan el cuerpo. Para los que no entienden el término “sacar el cuerpo”, me refiero a rechazar. La persona que “te saca el cuerpo” te está rechazando.

Y digo que no se dan cuenta o no lo aceptan porque son reacios al cambio y a la modificación de actitudes. “Soy como soy, y punto.” Parecerían decirse a si mismos. Y es una verdadera lástima porque si más personas estuviésemos dispuestas a aceptar las críticas o los mensajes subliminales provenientes de los que nos rodean seguramente aprenderíamos muchísimo de ellos y de nosotros mismos.

Conozco a alguien que con el pasar del tiempo se ha ido quedando sin amigos. Poco a poco todos nos hemos ido alejando de él. Algunos porque no soportamos su mal aliento y otros por su mala sangre, mala fe, o mala actitud.

Es el tipo de persona que está siempre a la defensiva; es descaradamente vengativo pero obviamente no lo acepta; peor aún, lo trata de encubrir con actos caritativos con algunas personas, pero siempre con una agenda oculta. Tiene problemas en su matrimonio porque no sabe comunicar sus sentimientos y se traga todo hasta que de momento explota de manera inesperada e irracional.

Sé lo de sus problemas matrimoniales porque él mismo me lo ha contado; siempre lo he aconsejado y cuando no ha tenido la razón se lo he dicho de frente.

A esta persona se disfruta el ser piedra de tropiezo para que otros no puedan progresar. De hecho, pareciera ser que le joroba ver que otros progresen. Todo esto lo hace de una manera tan sutil (pero tan obvia para mi y algunos otros) que logra engañar a alguna gente haciéndoles creer que es un tipo buena gente.

Lo que no entiendo es cómo no se da cuenta, este tipo de persona, que los demás le estamos sacando el cuerpo por alguna razón. Digo, si yo tuviese amigos y gente con quién “janguear” y de momento un día me encuentro sola, sin gente que quiera ir a almorzar conmigo, sin gente que quiera compartir socialmente conmigo, sin gente que siquiera se tome un café conmigo a la hora del “break”, comenzaría a preocuparme. O por lo menos a preguntarme, “Coño, ¿será que apesto?”

Se puede entender que de momento una persona deje de hablarte o de compartir contigo (por la razón que sea), pero cuando todo el mundo te saca el cuerpo, cuando nadie te trata como antes y cuando llegas salen corriendo, algo serio debe estar pasando.

Yo por lo menos le preguntaría a alguien qué está pasando. Trataría de averiguar qué es lo que me hace tan inaceptable o indeseable de momento. Digo, porque no todos son tan frescos como yo como para decirte de frente lo mala fe y mala sangre que pienso que eres.


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Tuesday, April 10, 2007

Mujeres con chofer…

En Arabia Saudita a las mujeres no les está permitido manejar (o guiar, como decimos en Puerto Rico). Obviamente muchas mujeres están completamente en contra de este acto tan discriminatorio y algunas están luchando (por lo bajo y por lo alto) para remover esta prohibición; hasta ahora su lucha ha probado ser fútil.

La mayoría de la gente - especialmente en Occidente - que no conoce Arabia Saudita y su cultura, no entiende ni mucho menos acepta el razonamiento de los Saudíes en contra de que las mujeres manejen. Aunque algunos se lo atribuyen al Islam, lo cierto es que en otros países que practican el Islam las mujeres sí manejan.

Entre las razones que usan los hombres árabes para prohibir esta práctica está el temor de que otros hombres abusen o maltraten a la mujer, durante algún accidente o incidente en la carretera, por pensar que las mujeres son inferiores a ellos. Otros piensan que permitir que las mujeres manejen sería como abrirle las puertas (o darle permiso) para que salgan cuando gusten a citas amorosas y encuentros románticos. Cosa que tampoco es permitida allí.

En Arabia Saudita las mujeres tienen chofer. Pero no “chofer” como lo conocemos acá en Occidente. Es un servicio como el de jardinero o plomero. “¿Necesitas ir a algún lugar y tu marido no puede llevarte? Llama al 1-800-TU-CHOFER ó al 1-800-TE-GUIO.” Puede que suene irónico, cómico o ridículo, pero así es que funciona. En realidad es un servicio contratado tan común como cualquier otro servicio.

La transportación pública en Arabia Saudita (taxi o autobús) no es una opción viable para la mujer porque, por un lado, algunos choferes de autobuses no permiten que se monten mujeres con ellos y por el otro lado existe un problema de seguridad. Las carreteras allí también son sumamente peligrosas. Sí, lo sé de primera mano.

“Cuando era árabe” me visitó en Puerto Rico este amigo Saudí; quedó sorprendidísimo no solo de ver a tanta mujer guiando en las carreteras en PR, sino de cuanto carro hay en las calles a toda hora del día. Me preguntaba él que a dónde va tanta gente a todas horas del día. Para él fue un choque cultural que entiendo perfectamente.

En Puerto Rico (creo que pasa en otros países también) los hombres se quejan muchísimo de la forma en que guían las mujeres. Dicen que guiamos malísimo. Y claro, siendo justas, muchas mujeres dicen lo mismo en cuanto a los hombres. Y a veces me pongo a pensar que es muy cierta su queja; la de los hombres en cuanto a las mujeres.

A diario veo mujeres guiando que me dejan con la boca abierta. Sí, claro que también veo hombres, pero ese no es el punto. Y si la mujer lleva niños en el auto, ¡ni se diga! Vamos maquillándonos, hablando por celular, dándole comida al niño o aguantándole el biberón a la niña; en fin, “multi-tasking”.

¿No sería chévere que las mujeres en Occidente tuviésemos por obligación que tener chofer? ¡Oh, Dios! Ya puedo oír los gritos de las feministas. Deben estar acordándose de mi santa madre y de toda mi generación. Otras dirán que estoy loca o que me metí alguna droga o que soy parte de alguna nueva secta. Pero, no. No me metí nada, ni me volví loca.

No saben la de veces que he deseado (con todo y lo diestra que soy manejando y haciendo otras mil cosas a la vez) tener un chofer. Sería toda una monería. Poder montarme en el auto y que alguien ya me estuviera esperando con el aire acondicionado puesto para llevarme al trabajo. Ir todo el camino maquillándome tranquilamente, o leyendo algún libro o hablando con alguien por celular sin tener que interrumpir para gritarle a algún hijo’ela por el corte de pastelillo que te acaba de hacer o para que se salga del medio.

A la hora de almuerzo, el chofer me llevaría con mis amigas al centro comercial o restaurante del día para comer y hacer mis compras y otras diligencias. Cuando salgo a las 5:30 de la tarde de la oficina, allí está el tipo esperándome para llevarme a casa; yo tranquila nuevamente, echándome fresco mientras continúo mi lectura.

O nada más imagínense: Plaza Las Americas (lugar al que DETESTO ir) el sábado antes del Día de las Madres. El chofer me lleva, me deja en la entrada de Macy’s sin tener que preocuparme por encontrar estacionamiento y sin tener que caminar y llegar toda sudada a la bendita tienda.

Algunas dirán que para eso está el marido, pero, ¿y cuando no está? Además, con todo y lo que me gusta que mi esposo vaya conmigo a todas partes, de vez en cuando una va con las amigas a algún lugar o con los hijos porque el marido o no quiere o no puede ir con una (especialmente a los centros comerciales).

No sé ustedes, pero yo sería de lo más feliz con un chofer y con que nos sacaran de las carreteras por lo menos por par de días a la semana (para empezar).

Y a las feministas que ya están chillando porque este escrito tira por el suelo todo lo que lucharon nuestras antepasadas para que hoy día las mujeres tuviésemos ciertos derechos, por favor, ¡dejen el berrinche!


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Monday, April 09, 2007

Música cristiana versus música secular…

Cada vez que alguien me pregunta si escuché tal o cual canción nueva y le contesto que ya no escucho música secular, me preguntan que a qué me refiero con eso de música secular. La palabra secular (del adjetivo seclar y del latín secularis) se refiere a aquello que se relaciona al mundo (mundano); que no tiene relación con lo espiritual o sagrado.

Soy una persona extremadamente musical. Desde niña me ha gustado muchísimo la música, sin importar el género. Y hasta hace unos años la música para mi era una adicción. Escuchaba música todo el tiempo; y en serio, cuando digo que todo género, TODO género. Jazz, clásica, country, salsa, merengue, bachata, rock, heavy metal, R&B, pop, disco y hasta reggaeton (aunque sé que algunos se desfigurarán al incluir en mi lista de música el disco y el reggaeton).

Aunque nací en un hogar cristiano y mi madre siempre nos llevó a una iglesia protestante donde se supone “prohibían” escuchar cualquier tipo de música que no fuese cristiana, la verdad siempre fue otra. Mis padres nunca me “prohibieron” escuchar ninguna clase de música pero tampoco me inculcaron el escuchar solamente música cristiana; cosa que hoy día pienso hubiese sido lo ideal. Pero ellos no tenían el conocimiento que hoy día tengo yo. Y no es que la música secular sea mala, aunque sí hay “canciones” que hubiese sido mejor que nunca se hubiesen “creado”.

Y créanme que cuando, estando en la iglesia, alguien me decía que no podía escuchar “música del mundo”, siempre retaba ese argumento contestando que la música es de Dios y que no hay música mala, solamente letras (lírica) mala o negativa. Me llevaba al mundo de frente defendiendo las baladas y la música romántica del ayer de tanto excelente compositor Puertorriqueño existe o ha existido.

Y es que cuando te dicen que no puedes hacer una cosa u otra y no te explican “porqué” se te hace difícil aceptarlo y punto. Uno no puede decirle a alguien que no haga algo y ya. Eso no funciona con alguna gente. No funcionaba conmigo, obviamente.

No fue hasta hace unos años que tuve una revelación maravillosa que me hizo entender lo que Dios quería que entendiese en cuanto a la música secular versus la música cristiana. Esa revelación llegó a través de
Marco Barrientos
durante uno de sus conciertos en Puerto Rico. Marco dijo en un momento dado durante sus charlas que habíamos sido creados para estar en intimidad con Dios (cosa que ya había aprendido en la iglesia) y que nuestros sentidos debían ser utilizados para eso. Nuestra boca y nuestros oídos son para adorar a Dios.

No es que una canción sea buena o mala; es que me debo preguntar que si eso que estoy escuchando es de alabanza y adoración a mi Creador; a mi Dios.

Sé que para muchos mi explicación sonará extrema y hasta fanática, pero lo he dicho antes y lo diré nuevamente. Sí, soy fanática de Cristo. Su fanática número uno. Y mi deseo más ardiente es agradarle a él.

Cuando escucho de ministerios o ministros musicales que deciden incluir en su repertorio canciones con “contenido social” o que deciden incursionar en la música secular “para llegar a la gente del mundo” no puedo dejar de preguntarme si es a Dios a quien le cantan o es al mundo.

Es ahí donde se ve quien es el verdadero adorador y quien es el cantante o artista. Cuando escucho a “cantantes cristianos” que de repente sacan una cancioncita secular para su público del mundo me pregunto si están buscando agradar a Dios o buscando reconocimiento para ellos mismos.

Algunos lo hacen por razones económicas, porque piensan que la música cristiana no vende como vende la mundana; pero entonces, ¿dónde queda aquello de “mi Dios proveerá a todas nuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

Dios está buscando adoradores y no cantantes. Dios busca gente que le adore y le sirva con sus 5 sentidos; gente que no claudique a la hora de la verdad y que no prostituya el talento que El le dio. Los que cantan para Dios y para el mundo confunden a algunos y en su momento le darán cuentas a Dios.


Pero la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.

(Juan 4:23)

Derechos Reservados©, Mei-Ling ((-_)))

Wednesday, April 04, 2007

Bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia...

A diario escucho a personas preguntar o preguntarse porqué hay tanta injusticia en el mundo, niños pasando hambre y enfermedades, mujeres y hombres maltratados y maltratantes; tanta criminalidad, pobreza y hambre.

De hecho par de personas se han sorprendido cuando le contesto que lean Deuteronomio 28. Sí, en la Biblia. ¿A qué otro lugar los puedo referir, si soy cristiana y creo en la Biblia como la Palabra de Dios?

Y, no sé ustedes, pero a mi cuando algo me da resultados lo recomiendo. Ese ha sido el caso con muchos libros que he recomendado (no todos cristianos o espirituales necesariamente). Pero en este caso en particular en el que alguna gente (por no decir la mayoría) se encuentran preguntándose a si mismos o a Dios el porqué de lo que sucede en nuestro mundo, mi mejor contestación está en Deuteronomio 28.

Aunque he leído la Biblia par de veces, por cuestiones de estudio, la verdad es que no siempre se detiene uno a analizar detenidamente todo lo que lee. Por eso, aunque ese pasaje no me era del todo extraño, no fue hasta hace unos años que me abrió los ojos a porqué en mi vida habían pasado ciertas cosas. Fue en ese momento en que aprendí a que tenía que hacer las cosas de otro modo.

Deuteronomio 28 comienza diciéndonos que si obedecemos diligentemente al Señor (Dios), y cuidamos sus mandamientos (y no solamente son 10 – para los que no lo saben – ¡jejeje!), Dios nos pondrá en alto y nos bendecirá. De la misma forma nos advierte sobre las maldiciones que vendrán y alcanzarán a los que no obedecen a Dios. Les advierto, son fuertes, pero son ciertas.

Está brutal porque muchas veces me preguntaba sobre algunos vicios y enfermedades que parecen venir en cadena en las familias. No entendía porqué algunas personas tenían los mismos vicios y pasaban por los mismos problemas serios que antepasados suyos. No cosas de genética, como podría decirse de las enfermedades y características, sino cosas como mujeres que son maltratadas, cuyas madres fueron maltratadas, cuyas madres fueron maltratadas, etc., etc., etc. Igual con muchas otras cosas. Son cosas a las que llamo maldiciones generacionales. Y eso no me lo inventé yo; que conste.

Algo que tampoco me inventé que la enfermedad es una maldición. Y no es que piense que un catarro ocasional o algún resfriado o alergia sean una maldición. La maldición está en vivir en enfermedad constante. Esa gente que se adueña de la enfermedad y la hace suya; “mi diabetes”, “mi alta presión”, “mi cáncer”. ¿Qué es eso? Si Jesús murió por nuestros pecados y enfermedades, entonces, ¿porqué aceptar la enfermedad en nuestras vidas como algo de lo más común? Pareciera ser que alguna gente quiere sacrificarse más que Jesús. De hecho, algunos en estos días de Semana Santa se auto-flagelan, se crucifican y no sé cuantas loqueras más. Pero ese es otro tema.

Los seres humanos queremos hacer las cosas mal y que nos salgan bien. Pero, ¿en qué cabeza cabe? Dios no puede ser burlado. Con Dios es todo o nada. No podemos vivir en pecado (y sabemos que muchas de las cosas que hacemos son pecado) y pretender que todo nos vaya bien en la vida; que no tengamos problemas, escasez y enfermedad. Eso no cuadra con Dios.

Y no es que Dios esté en el cielo “velando” nuestros movimientos para cuando fallamos castigarnos con el látigo vengador. No. Lo que nos sucede es a consecuencia de nuestras propias decisiones.

Si obedecemos y “bregamos” bien, recibiremos bendiciones; si por el contrario, desobedecemos y “bregamos” mal, son maldiciones lo que nos alcanzan. Es así de sencillo y sin complicaciones; igual que la Palabra de Dios.

Así que la próxima vez que te encuentres a ti mismo preguntándote el porqué de ciertos padecimientos y problemas, ponte a analizar en qué le has fallado a Dios y dónde está tu pecado (chisme, queja, mentira, adulterio, fornicación, robo, enemistades, inmoralidad, impureza, enojos, celos, idolatría, borracheras, orgías, envidias, rivalidades y cosas semejantes a estas – Gálatas 5:19-21). Entonces arrepiéntete y comienza a vivir como Dios quiere que vivas (que vivamos porque a mi también me aplica el cuento) en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio…


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Friday, March 23, 2007

¿Será Puerto Rico como Sadrac, Mesac y Abed-nego?

“Sadrac, Mesac y Abed-nego son 3 muchachos, más o menos de tu edad… A Sadrac le gusta el trabajo, a Mesac, lo mismo le da.”

’Perate, ’perate que me equivoqué de relato.

Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron 3 jóvenes Judíos a los que Dios puso a cargo de los negocios de Babilonia. Servían a Dios y lo amaban.

El Rey de Babilonia, Nabucodonosor, había emitido en su imperio un decreto de que todo el mundo tenía que adorar e inclinarse ante una estatua de oro que había construido. Nabucodonosor había dicho que todo el que no se postrase ante la estatua de oro, “en la misma hora sería echado dentro de un horno de fuego ardiendo”. De hecho, mandó el rey a llamar a todo el mundo; a presidentes, a gobernadores, a capitanes, a legisladores; en fin, a todo el mundo; y les ordenó que se postraran y adoraran esta estatua de oro. Pero Sadrac, Mesac y Abed-nego, quienes también tenían posiciones de alto rango en Babilonia porque Dios los había puesto allí, se negaron a postrarse ante ese ídolo.

¿Por qué no quisieron postrarse ante aquella estatua estos 3 jóvenes? ¿Por rebeldía? ¿Por desobediencia? No. Decidieron mantenerse firmes en su creencia en Dios y en su amor a él. Dios los había bendecido; ¿Cómo iban ahora a postrarse ante otro dios que no era el suyo?

Alguna gente piensa que los ídolos son solamente estatuas de oro o de piedra que representan a algún dios o deidad a la que reverencian. Nada más lejos de la verdad. Le sorprenderá a muchos aprender que un ídolo es todo aquello a lo que le rendimos culto, conciente o inconcientemente. Así que un ídolo muy bien puede ser un hijo, un esposo (o esposa), un carro, un trabajo o cualquier otra cosa o persona a la que le demos un lugar de tanta importancia que lleguemos a endiosarle.

Al Dios que yo conozco no le agrada la idolatría (Exodo 20:3 – No tendrás dioses ajenos delante de mi). Dolorosamente mucha gente idolatra causas, creencias, puntos de vista, percepciones y movimientos.

En estos días en Puerto Rico se habla mucho sobre enmiendas a nuestro código civil en las que se incluye el reconocer los derechos de las parejas homosexuales para poder contraer matrimonio, entre otras cosas.

Obviamente esto ha causado que se levanten distintos grupos civiles y religiosos en nuestra isla queriendo imponer sus criterios en cuanto a lo que se debe o no permitir dentro del código civil.

Aunque por un lado entiendo perfectamente las posiciones de alguna gente que defiende sus puntos de vista, lo que me parece inaceptable es lo que he escuchado de parte de varias personas (entre estas periodistas y psicólogos) en cuanto a esto. Dicen que Puerto Rico no puede quedarse atrás o estancado mientras el resto del mundo avanza o se moderniza en cuanto al tema de la homosexualidad y la legalidad de sus uniones como matrimonio dentro de nuestras sociedades.

En otras palabras: Si lo están permitiendo ya en España y en Estados Unidos (en algunos estados, claro está), ¿Cómo podemos quedarnos atrás y no aceptarlo aquí también?

Aquí es que entran mis amigos, Sadrac, Mesac y Abed-nego. Estos chicos decidieron que no iban a rendirse ante las exigencias de este rey y que aunque el mundo se tirara por el risco (como decimos los Boricuas), ellos no serían del montón. No querían estar a la moda o a la par con el resto de la gente si con ello tenían que echar a un lado sus creencias y abandonar así al Dios que los había bendecido.

Pero la cosa no se quedaba ahí. Estaban sentenciados a muerte de inmediato. Y no una muerte cualquiera, sino que serían echados a un horno de fuego. Dice la Biblia que cuando los llevaron frente al rey éste les preguntó que si era cierto que no adorarían ante la estatua; les advirtió sobre el horno de fuego y de cuan inmediato sería su castigo. Ellos decidieron firmemente NO adorar y fueron atados y echados al horno de fuego. El fuego simboliza hoy día la crítica y el atraso del que habla esta gente que favorece todo aquello que va en contra de lo que Dios ha establecido en su Palabra.

Muy bien podemos decidir no claudicar y no ceder ante las cosas que nos presenta el mundo que van en contra de lo que hemos creído; cosas que van en contra de nuestras creencias Cristianas y aún en contra de nuestros principios morales.

No me mal interpreten. He tenido amigos homosexuales a quienes amo y respeto muchísimo. El que no esté de acuerdo con su forma de vivir y su manera de actuar (como estoy segura que no lo estarán algunos de ellos con la mía) he defendido sus derechos humanos como defendería los de cualquier heterosexual. Claro, siempre y cuando no vayan en contra de lo que Dios ha establecido.

Puerto Rico no puede ceder ante lo aceptado a nivel mundial sencillamente porque es lo que está de moda. Podemos y debemos ser diferentes. ¡De hecho, TENEMOS que ser diferentes! De otra manera estaremos trayendo maldición y muerte sobre nuestra isla. La Palabra de Dios (en la que creo firmemente) es clara sobre el pecado y sobre su paga: LA MUERTE.

Aquel día Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron echados al horno de fuego ardiendo. Dice la Palabra que los hombres que los amarraron y los cargaron para echarlos al fuego se quemaron al acercarse al horno a tirarlos. Sadrac, Mesac y Abed-nego cayeron al horno de fuego y dice que cuando se asomó el rey a verlos quemándose en vez de 3 vio a 4 hombres. "El cuarto hombre era uno con un aspecto semejante al Hijo de Dios."

Como no se quemaron, el rey los mandó a salir. Me imagino la cara de Nabucodonosor cuando vio que ni sus ropas ni sus calzados se habían quemado y ni siquiera olor a humo tenían. Debe haberse quedado pasmadito al ver que el Dios de ellos los había guardado y protegido por no haberse contaminado y por no haberse rendido ante sus enmiendas al código civil de Babilonia.

Puerto Rico es conocida como la isla del cordero. Nuestro emblema es un escudo con un cordero acostado sobre el libro de los siete (7) sellos del Apocalipsis. El cordero simboliza a Jesús. Y es Jesús quien protege a nuestra isla. Dios mismo nos lleva en la palma de su mano.


¿Seremos entonces como estos 3 jóvenes Judíos que no se apartaron de sus creencias ni dudaron de la protección y el amparo de Dios? ¿O nos rendiremos ante los “avances” del mundo comprometiendo nuestro pacto con Dios?


Sadrac, Mesac y Abed-nego - Daniel 3

El que en él cree, no es condenado; más el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. - Juan 3:18

Y sirvieron á sus ídolos; Los cuales les fueron por ruina. – Salmo 106:36

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Thursday, January 25, 2007

Que manía...


...de alguna gente de pegarse al celular en lugares públicos y hablar a "to'a boca", como si a los demás nos interesara lo que están hablando.

Y es que parece no importarle el lugar donde se encuentren: en la calle, en las tiendas, en la oficina y hasta en la iglesia.

Hoy, en la sala de espera de un hospital. Al principio todo en silencio; después de un rato todo el mundo hablando en voz alta. Y de pronto un señor mayor (cualquiera pensaría que tienen mejores modales que los más jovenes) contesta su celular y arranca a hablar en un tono de voz mucho más alto que el de los demás que hablaban entre sí.

Otro tipo, en "gestiones de trabajo", también alzaba la voz como para que todos a su alrededor notaran que es todo un ejecutivo.

¿A quién le importa? ¿Porqué tienen que hablar tan alto? ¿Desde cuando las conversaciones telefónicas dejaron de ser algo privado entre el que llama y el receptor?

Recuerdo que hace unos años atrás, la gente veía con no muy buenos ojos a aquellos "ejecutivos" que sentadotes en su oficina bociferaban por teléfono, mientras el resto de la gente miraba (o escuchaba) en disgusto e incrédulos.

Siguen los tiempos cambiando. ¡Que barbaridad!


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Tuesday, January 09, 2007

El problema principal de los foros cibernéticos…


Much@s son los que se quejan de que los foros de Internet son una porquería o una pérdida de tiempo. Algunos se quejan de las reglas que han tenido que crear (no necesariamente implantar) algunos salones de discusión cibernética. Se dice que algunos moderadores o administradores tienen favoritismos con algunos foristas o que prefieren ciertos temas.

Pero en mi opinión, el problema en los foros es la gente. Sí. La gente que participa en ellos.

Mientras participaba en uno de los foros más conocidos en Puerto Rico noté que los foros están llenos de gente opinionada y llena de sí que juran que tienen la “sartén de la verdad absoluta” agarrada por el mango. Claro, no niego que soy algo opinionada también. Pero existen algunos que parecen creer que solamente ellos tienen derecho a opinar en relación a sea cual sea el tema de discusión. Si alguien opina distinto a ellos, se ofenden, se sienten, se enchisman y hasta atacan.

Es increíble ver de la manera en que alguna gente actúa irracionalmente cuando se tocan temas tan cotidianos como lo son política y religión. Y son muchas las personas que te dicen por un lado que hay ciertos temas que no discuten con NADIE; sin embargo, los lees en un foro cibernético y es como si se quisieran comer a sus colegas foristas. De hecho, he quedado sorprendida con la cantidad de gente a quienes he conocido personalmente que parecen tener doble personalidad. Una en la “vida real” y otra en los foros.

Otra cosa curiosa es que los que más participan en ciertos temas son los que rechazan lo que originalmente se expone. Se fanatizan en contra de algo y al verlo comentado es como si se les prendiera la alarma del argumentismo. Mientras están de acuerdo con lo expuesto, algunos foristas casi no comentan; simplemente leen. Pero si están en contra del tema, “my God!”, se van por el techo. No les interesa “conversar” o “discutir” amablemente. Solamente se interesan en gritar, pataletear y acabar con aquellos que no opinan como ellos.

Y claro, también existe uno que otro enfermo que entra a los foros sencillamente a dárselas de intelectual y “sabelotodo”. No entra a opinar, ni a atacar opiniones, sino a atacar personalidades. Esos que se refieren a otros foristas con insultos y ataques personales; los que piensan que todos a su alrededor cibernético son imbéciles o estúpidos, sin distinción de persona.

Definitivamente eso es algo interesante que logra el Internet; que gente que de otro modo se mantendría “callada”, tímida y sumisa, de pronto logre convertirse en todo un personaje con fuertes puntos de vista y con opiniones que se alejan diametralmente de los tonos grises para ir a los extremos del blanco o negro en un abrir y cerrar de ojos. Dentro de los foros son lobos rapaces buscando a quien devorar aunque detrás del monitor y el teclado sean inofensivos corderitos que ni siquiera se atreven a berrear.

Como no me gusta escribir por escribir, y porque prefiero que la crítica sea constructiva, propongo a los que me leen que comencemos a educar y enseñar a los demás miembros de nuestras comunidades cibernéticas. Que aprendamos a utilizar las herramientas que nos provee este tipo de comunicación de manera efectiva. Podemos dialogar siendo tolerantes y respetuosos. Podemos discutir inteligentemente sin tener que llegar a insultar, a maltratar y, sobre todo, sin tener que rebajarnos y perder el decoro.

En fin, siempre recordando que el problema principal de los foros cibernéticos, somos nosotros; los que participamos en ellos.

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