Tuesday, April 10, 2007

Mujeres con chofer…

En Arabia Saudita a las mujeres no les está permitido manejar (o guiar, como decimos en Puerto Rico). Obviamente muchas mujeres están completamente en contra de este acto tan discriminatorio y algunas están luchando (por lo bajo y por lo alto) para remover esta prohibición; hasta ahora su lucha ha probado ser fútil.

La mayoría de la gente - especialmente en Occidente - que no conoce Arabia Saudita y su cultura, no entiende ni mucho menos acepta el razonamiento de los Saudíes en contra de que las mujeres manejen. Aunque algunos se lo atribuyen al Islam, lo cierto es que en otros países que practican el Islam las mujeres sí manejan.

Entre las razones que usan los hombres árabes para prohibir esta práctica está el temor de que otros hombres abusen o maltraten a la mujer, durante algún accidente o incidente en la carretera, por pensar que las mujeres son inferiores a ellos. Otros piensan que permitir que las mujeres manejen sería como abrirle las puertas (o darle permiso) para que salgan cuando gusten a citas amorosas y encuentros románticos. Cosa que tampoco es permitida allí.

En Arabia Saudita las mujeres tienen chofer. Pero no “chofer” como lo conocemos acá en Occidente. Es un servicio como el de jardinero o plomero. “¿Necesitas ir a algún lugar y tu marido no puede llevarte? Llama al 1-800-TU-CHOFER ó al 1-800-TE-GUIO.” Puede que suene irónico, cómico o ridículo, pero así es que funciona. En realidad es un servicio contratado tan común como cualquier otro servicio.

La transportación pública en Arabia Saudita (taxi o autobús) no es una opción viable para la mujer porque, por un lado, algunos choferes de autobuses no permiten que se monten mujeres con ellos y por el otro lado existe un problema de seguridad. Las carreteras allí también son sumamente peligrosas. Sí, lo sé de primera mano.

“Cuando era árabe” me visitó en Puerto Rico este amigo Saudí; quedó sorprendidísimo no solo de ver a tanta mujer guiando en las carreteras en PR, sino de cuanto carro hay en las calles a toda hora del día. Me preguntaba él que a dónde va tanta gente a todas horas del día. Para él fue un choque cultural que entiendo perfectamente.

En Puerto Rico (creo que pasa en otros países también) los hombres se quejan muchísimo de la forma en que guían las mujeres. Dicen que guiamos malísimo. Y claro, siendo justas, muchas mujeres dicen lo mismo en cuanto a los hombres. Y a veces me pongo a pensar que es muy cierta su queja; la de los hombres en cuanto a las mujeres.

A diario veo mujeres guiando que me dejan con la boca abierta. Sí, claro que también veo hombres, pero ese no es el punto. Y si la mujer lleva niños en el auto, ¡ni se diga! Vamos maquillándonos, hablando por celular, dándole comida al niño o aguantándole el biberón a la niña; en fin, “multi-tasking”.

¿No sería chévere que las mujeres en Occidente tuviésemos por obligación que tener chofer? ¡Oh, Dios! Ya puedo oír los gritos de las feministas. Deben estar acordándose de mi santa madre y de toda mi generación. Otras dirán que estoy loca o que me metí alguna droga o que soy parte de alguna nueva secta. Pero, no. No me metí nada, ni me volví loca.

No saben la de veces que he deseado (con todo y lo diestra que soy manejando y haciendo otras mil cosas a la vez) tener un chofer. Sería toda una monería. Poder montarme en el auto y que alguien ya me estuviera esperando con el aire acondicionado puesto para llevarme al trabajo. Ir todo el camino maquillándome tranquilamente, o leyendo algún libro o hablando con alguien por celular sin tener que interrumpir para gritarle a algún hijo’ela por el corte de pastelillo que te acaba de hacer o para que se salga del medio.

A la hora de almuerzo, el chofer me llevaría con mis amigas al centro comercial o restaurante del día para comer y hacer mis compras y otras diligencias. Cuando salgo a las 5:30 de la tarde de la oficina, allí está el tipo esperándome para llevarme a casa; yo tranquila nuevamente, echándome fresco mientras continúo mi lectura.

O nada más imagínense: Plaza Las Americas (lugar al que DETESTO ir) el sábado antes del Día de las Madres. El chofer me lleva, me deja en la entrada de Macy’s sin tener que preocuparme por encontrar estacionamiento y sin tener que caminar y llegar toda sudada a la bendita tienda.

Algunas dirán que para eso está el marido, pero, ¿y cuando no está? Además, con todo y lo que me gusta que mi esposo vaya conmigo a todas partes, de vez en cuando una va con las amigas a algún lugar o con los hijos porque el marido o no quiere o no puede ir con una (especialmente a los centros comerciales).

No sé ustedes, pero yo sería de lo más feliz con un chofer y con que nos sacaran de las carreteras por lo menos por par de días a la semana (para empezar).

Y a las feministas que ya están chillando porque este escrito tira por el suelo todo lo que lucharon nuestras antepasadas para que hoy día las mujeres tuviésemos ciertos derechos, por favor, ¡dejen el berrinche!


Derechos Reservados©, Mei-Ling ((-_)))

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