Friday, February 17, 2006

Falta de consideración y de tolerancia en el ambiente…

¿Seré yo o es que hay un poco menos de tolerancia entre la gente en estos días? Incluyéndome.

Este fin de semana pasado fue una odisea en la calle. Donde quiera que me metí había gente mal educada, cafre e indeseable. Claro y es que siempre los hay; pero últimamente están al montón por chavo (centavo).

Para comenzar fui a una tienda de ropa y mientras caminaba por uno de sus pasillos se acercó de frente a toda velocidad esta “mujercita” y me llevó enredada. No lo podía creer. Era una mujer “petite”, el pasillo era amplio, yo iba por mi derecha e igual ella “pracatán” tropezó conmigo. ¡Viéndome! Y luego ni una disculpa (esto denota SU falta de consideración). Les juro que estuve a punto de virarme y zamparle un puño en la espalda (y esto denota mi falta de tolerancia). Si no lo hice fue porque venía mi hija justo detrás de mí. En serio que seguramente de haber estado sola me hubiese metido en un problema de grandes ligas.

En otro centro comercial cuyo estacionamiento estaba atestado, notamos como una familia procedía a montarse en su SUV y decidimos esperar a que salieran para estacionarnos en ese espacio. Estuvieron más de 10 minutos “planificando” como salir del estacionamiento. Gente, comiendo mierda dentro de la SUV sin moverse, sabiendo que había alguien esperando ese espacio. Ni siquiera una señal para decirnos, “no nos vamos todavía”. Nada. Nosotros allí esperando. Era eso o esperar o irnos a dar vueltas por el estacionamiento. Esperamos.

La mujer abrió la ventana no en una ocasión, sino en dos, para botar basura. Estuve a punto de bajarme y decirle dos o tres. Pero no me dejaron. ¡Que cojo&^$!

Y bueno, esas fueron solamente 2 de las aventuras de este fin de semana. Llegó un momento en el que me pregunté si era yo o si es “algo en el ambiente”.

Ayer en la mañana uno de mis compañeros de trabajo y yo coincidimos en el “lobby” del edificio y mientras nos saludábamos vimos a un hombre que venía empujando una copiadora. El tipo no trabaja en nuestro edificio. Es un empleado de la compañía de copiadoras. Mi amigo, al verlo pasando tanto trabajo con la copiadora, se prestó a abrirle la puerta, a terminar de empujar la copiadora y hasta a ayudarlo a meter la copiadora al elevador. ¿Me pueden creer que el tipo ni las “gracias” le dió? Nos quedamos mirándonos, creyendo pero sin poder creer la actitud del tipo.

Y bueno, podría seguir mencionando cosas que pasan a diario conmigo o a mi alrededor que simplemente me confirman que no soy yo (por lo menos no soy yo sola y exclusivamente).

¡Hay muchísima falta de consideración y falta de tolerancia en el ambiente!

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))

Thursday, February 16, 2006

Rodeados por fracasados, incompetentes e irresponsables…

La semana pasada en una de mis clases la profesora anunció un trabajo (o asignación) para ser entregado en dos partes; una el lunes y otra el miércoles de esta semana.

Les cuento que la profesora es una licenciada bastante estricta y de carácter fuerte. Ya varias personas habían hecho comentarios en relación a esta profesora advirtiendo sobre su forma de ser.

El lunes entregamos la primera parte del trabajo; claro, los que entregamos.

El miércoles (anoche), después de haber presentado el material de la noche, la profesora comenzó a llamar nombres de la lista de asistencia (en orden alfabético) y anunciando a viva voz la puntuación de cada estudiante. El total de la puntuación (o nota más alta) era de 10.

Comenzó a llamar nombres y gritaba: “fulano, 7; mengano, 10; sutana, 5”. Y así continuó en orden. De más está decir que la gente se puso sumamente nerviosa y las caras de algunos valían un millón.

De momento llama el nombre de una chica (somos 87 en la clase) y pregunta: “¿Porqué usted no me entregó?” No hubo respuesta. Continúa la profesora y dice: “Compañeros, quiero que miren a esta persona. Esa es la cara del fracaso. Esa es la gente irresponsable que está destinada al fracaso.”

Se podrán imaginar las reacciones. Algunos se echaron a reír. Otros pusieron cara de asombrados y muchos otros, cara de molestos. También hubo una que otra cara de caga’o.

Yo me limité a bajar la cabeza y a esperar a que llegara a la R. De momento llama: “Mei-Ling” y dice mi puntuación. ¡Que alivio! Luego continuó llamando los demás nombres y entre los ochenta y pico debo decir que hubo más de 15 de los llamados “fracasados e irresponsables”.

Al salir de la clase, después de esa tortura China para algunos, obviamente la gente se reunió en el estacionamiento a pelar a la profesora. Me cayeron chinches cuando dije que aunque no estaba de acuerdo con que se humillara a la gente, definitivamente pienso que si más gente hiciese eso cada vez que alguien es irresponsable a algunos se les quitarían las ganas de serlo.

¿Acaso no denota irresponsabilidad y falta de respeto el que un profesor requiera un trabajo y que aparezca gente que, SIN EXCUSARSE, simplemente ignore la petición u orden? Si uno no puede terminar un trabajo a tiempo lo menos que debe hacer es excusarse a tiempo y comprometerse a cumplir en un plazo en específico.

El que por la razón que sea no pudo entregar el trabajo el día en que se esperaba que lo entregara debió haberle entregado una nota a la profesora explicando por qué no lo había hecho. Eso de no entregarlo y seguir de lo más campante y como si nada es una falta de respeto. Lastimosamente estamos rodeados por HATOS de gente irresponsable e incompetente que luego se pregunta porque es que todo le sale mal.

¡Rayete, eres un fracasado gracias a ti mismo!

Para mi esta profesora hizo muy bien. La persona que esté segura de sí misma no se sentirá humillado para siempre, sino que aprenderá de esa situación y tratará de no ser tan irresponsable e incompetente y así no convertirse en (o continuar siendo) un fracasado toda la vida.

Nota: Para los que se estén preguntando, sí, saqué 10.

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))

Tuesday, February 07, 2006

La relación que nunca quisiste tener conmigo…

Me siento hoy a escribir esto para aclarar algunas cosas; no a ti, sino a mis hijos… Si es que las leen algún día…

Cuando niña recuerdo que eras super-importante para mí. Mis amigas en la escuela me decían lo lindo que eras. Yo te veía todo elegante, muy bien vestido y oloroso todo el tiempo. Siempre admiré eso de ti. Para mi eras el hombre más inteligente del mundo. Todavía te considero sumamente inteligente.

Es increíble como puede un hij@ sentir tanta admiración y amor por un padre y no sentir que recibe algo de eso a cambio. Que conste que de niña nunca le di casco a lo que siempre supe. Pero es que cuando uno es adulto y mira hacia el pasado, y analiza lo que vivió, va entendiendo el por qué de las cosas; o por lo menos de algunas.

Mis juegos y actividades no fueron nunca las de una niña promedio. Será por eso que nunca hubo nada de lo que pudieses sentirte orgulloso de mí. La verdad es que no importa. A pesar de todo, hasta hace unos años, eras alguien a quien yo admiraba; a pesar de conocer tu carácter y tus defectos.

Aún después de darme cuenta de muchas cosas te defendí y te disculpé. Las veces que trataste de herirme con palabras y con hechos me dije a mi misma: “El es así”. Incluso veía muchas de tus características y manías reflejadas en mí. Me autoanalizaba y te veía en mi forma de hablar, de pensar y de actuar.

Llegó un momento (hace muchos años) en que decidí poner una pared entre tú y yo. Me dije a mi misma que no te permitiría afectarme o dolerme nunca más. Y así fue.

En el momento en que nací de nuevo supe que debía perdonar (aunque siempre decía que ya estabas perdonado) y que debía tratar de cosechar esa relación nuevamente; pero claro, la que había nacido de nuevo era YO y no tú. ¡Que pena!

Al mirar a mis hijos hoy no logro entender cómo es posible que nunca hayas querido tener una mejor relación con los tuyos. Ahora, lamentablemente, estás en la situación que estás y con el corazón en la mano te digo que te deseo lo mejor. Sin embargo, no siento el deseo de acercarme a ti. No me nace el ir a ti y mucho menos el expresarte algún cariño o respeto. De verdad que no.

Sé que como Cristiana tendré que dar cuentas a Dios por mis actitudes y mis reacciones ante lo que pasa contigo. Estoy dispuesta a hacerlo y le pido perdón a Dios desde ya.

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))