Tuesday, February 07, 2006

La relación que nunca quisiste tener conmigo…

Me siento hoy a escribir esto para aclarar algunas cosas; no a ti, sino a mis hijos… Si es que las leen algún día…

Cuando niña recuerdo que eras super-importante para mí. Mis amigas en la escuela me decían lo lindo que eras. Yo te veía todo elegante, muy bien vestido y oloroso todo el tiempo. Siempre admiré eso de ti. Para mi eras el hombre más inteligente del mundo. Todavía te considero sumamente inteligente.

Es increíble como puede un hij@ sentir tanta admiración y amor por un padre y no sentir que recibe algo de eso a cambio. Que conste que de niña nunca le di casco a lo que siempre supe. Pero es que cuando uno es adulto y mira hacia el pasado, y analiza lo que vivió, va entendiendo el por qué de las cosas; o por lo menos de algunas.

Mis juegos y actividades no fueron nunca las de una niña promedio. Será por eso que nunca hubo nada de lo que pudieses sentirte orgulloso de mí. La verdad es que no importa. A pesar de todo, hasta hace unos años, eras alguien a quien yo admiraba; a pesar de conocer tu carácter y tus defectos.

Aún después de darme cuenta de muchas cosas te defendí y te disculpé. Las veces que trataste de herirme con palabras y con hechos me dije a mi misma: “El es así”. Incluso veía muchas de tus características y manías reflejadas en mí. Me autoanalizaba y te veía en mi forma de hablar, de pensar y de actuar.

Llegó un momento (hace muchos años) en que decidí poner una pared entre tú y yo. Me dije a mi misma que no te permitiría afectarme o dolerme nunca más. Y así fue.

En el momento en que nací de nuevo supe que debía perdonar (aunque siempre decía que ya estabas perdonado) y que debía tratar de cosechar esa relación nuevamente; pero claro, la que había nacido de nuevo era YO y no tú. ¡Que pena!

Al mirar a mis hijos hoy no logro entender cómo es posible que nunca hayas querido tener una mejor relación con los tuyos. Ahora, lamentablemente, estás en la situación que estás y con el corazón en la mano te digo que te deseo lo mejor. Sin embargo, no siento el deseo de acercarme a ti. No me nace el ir a ti y mucho menos el expresarte algún cariño o respeto. De verdad que no.

Sé que como Cristiana tendré que dar cuentas a Dios por mis actitudes y mis reacciones ante lo que pasa contigo. Estoy dispuesta a hacerlo y le pido perdón a Dios desde ya.

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))

No comments: