Monday, August 06, 2007

Ser organizado o no serlo… Esa es la pregunta.



No sé si es algo genético o una cosa que se aprende con el tiempo. La verdad es que en mis recuerdos siempre fui una niña organizada. Mi cuarto siempre estaba bien recogido, las cosas en su lugar en el closet, en la mesa de noche, en la coqueta (dresser) y hasta en el área de los juguetes. No recuerdo que fuese mi mamá la que me acomodara las cosas. En fin, siempre he sido organizada en todo; para bien o para mal. ¿Quién sabe?

En mi casa todo tiene su lugar y hay un lugar para todo. Predico sobre organización constantemente como si fuese una obsesión. De hecho, después de ver a Monk y sentirme identificada con par de sus manías tuve que relajarme un poco y coger las cosas con calma.

En mi oficina parece que nadie trabajase porque siempre la mantengo inmaculada. Nunca (por más ahogada en trabajo que esté) me permito dejar regueros de papeles y materiales en el escritorio o la credenza. Antes de irme a casa en las tardes me aseguro de que todo esté en su lugar o por lo menos colocado de manera organizada y recogida.

Aunque me gusta la decoración y el diseño, opto por las cosas sencillas y no soporto los lugares cargados de figuritas y fotos y 20 cosas más, a menos que sea parte de un concepto de diseño bien planificado y bien ejecutado.

Claro que la organización o desorganización de un individuo no solamente se percibe por el lugar donde vive y por su área de trabajo, sino en sus actividades y en sus acciones. Por ejemplo, de solo interactuar con una persona por par de horas (no quiero exagerar diciendo “minutos”) puedo imaginar si la persona tiene la casa organizada y limpia o si por el contrario tiene un revolú en la casa más grande que el que tiene en la cabeza.

Me he topado en la vida con una serie de personas sumamente organizadas; lamentablemente esos son los menos. El mundo pareciera estar inundado de gente desorganizada, por lo menos en mi opinión. Esto lo noto principalmente en al analizar gente en mi familia, entre conocidos, en la oficina, en la iglesia, en el gobierno; en fin, en todas partes.

En mi experiencia, la persona desorganizada suele tener problemas financieros, problemas familiares, problemas en el trabajo, problemas en su comunidad y peor aún, tiene problemas consigo mismo. Muchos no logran transmitir sus pensamientos clara y adecuadamente porque en su mente existe un constante remolino de ideas y pensamientos.

La desorganización es particularmente perjudicial en personas que ocupan posiciones de liderazgo. De hecho, en mi opinión, un líder desorganizado no puede mantener la atención y el respeto de su grupo. Inclusive, alguna gente pareciera perderse cuando una persona de autoridad muestra poca o ninguna habilidad organizacional al expresarse (de manera verbal o escrita). Es como si no se pudieran concentrar en lo que la persona dice porque según de desorganizada es en su exterior, así mismo se percibe en el interior.

Algunas cosas que ayudan mucho a una persona a organizarse son las siguientes:

• Lo primero es aceptar que es desorganizado(a) y determinarse a sí mismo (a) que va a trabajar con la situación; claro, si desea organizarse.

• Hacer una limpieza general (en casa y en la oficina) y deshacerse de cosas que sabe que no tienen ningún uso o utilidad. Quizá eso que tienes ocupando espacio en tu casa u oficina (sin uso) puede ser algo de utilidad para algún familiar o amigo.

• Mantener una agenda o diario en la que anotas fechas importantes, eventos, citas, reuniones, llamadas por hacer, etc. Por lo general, la gente desorganizada olvida fechas importantes, reuniones, citas y demás.

• Empieza una lista de “cosas que debo hacer”. Puede ser en un pedacito de papel o en una libreta específicamente para esto o en una página en tu agenda o diario. Anota ahí TODAS las cosas que tienes pendientes para hacer: pintar la casa, recoger tu escritorio, terminar algún proyecto, etc., etc., etc.; luego ve tachando cada cosa que vayas completando. Verás que satisfacción se siente el lograr terminar cada una de esas cosas pendientes.

• Organiza tus finanzas (muchas veces las personas desorganizadas también lo son con sus finanzas). Puedes hablar con un planificador financiero o con un amigo que tenga experiencia que quiera ayudarte a organizar tus asuntos financieros.

En fin, un poquito de organización no le hace daño a nadie. Al contrario, organízate y verás cuan bien te sentirás…


Derechos Reservados©, Mei-Ling ((-_)))


3 comments:

Joseg said...

Me llamo José, soltero tengo 30 años y reconozco que soy muy desorganizado, agradezco tu artículo,lamentablemente siento que haces una descripción de mi persona y quiero cambiar , por favor conoces de algún libro que me pueda ayudar a cambiar.
Muchas Gracias.
josesp78@hotmail.com

Mei-Ling said...

Gracias por tu comentario, Jose. Te envie algo a tu correo. Saludos. Mei-Ling

chibato said...

Hola, soy Roberto, tengo 22 años, y soy una persona muy desorganizada, en est momento estoy viendo mi cuarto y no se ni por donde empezar a recojerlo, hago muchisimas actividades en el día y soy un lider en mi facultad, pero como tu dices, tengo tantas ideas y cosas en mi cabeza que no se como organizarlas, cada mes le doy una recojida al cuarto, pero no puedo mantenerlo limpio por más de una semana, no se que hacer.

Me pueden ayudar