Thursday, December 22, 2005

Les cuento…

A principios de año conocí a un chico muy atractivo…

Estaba yo en un lugar de juegos de video con mis hijos, esperando para ver una película en el cine. De momento se me acerca el chico y me comienza a hacer preguntas sobre el juego que jugábamos (valga la redundancia) mis hijos y yo.. Noté inmediatamente que el chico andaba con dos nenas que luego me enteré eran sus hijas. Era su “fin de semana con las nenas”; ya que es divorciado (según él) y tiene las nenas un fin de semana, sí y el otro, no.

Nos presentamos; sus nenas se acercaron a mis nenes; comenzaron a bailar mientras el tipo me “entrevistaba”.

Al acercarse la hora de comienzo de la película nos dimos cuenta de que veríamos la misma. Me preguntó que si nos sentábamos juntos y le dije que sí. Finalmente, en la confusión de la fila para entrar a la sala del teatro y entre la compra de golosinas para los niños, cada cual se fue por su lado y así transcurrieron las cosas.

Al finalizar la película salí del teatro como si nada y me dirigí a Borders con los nenes. El chico me siguió y me preguntó que si podían él y sus nenas acompañarnos. Le dije que sí. Llegamos a Borders, cada cual por su lado, y allí nos sentamos a “darnos” un café y hablar un rato. Nuestros hijos “janguearon”; se hicieron “mejores amig@s” y nos hicieron comprarle cositas después de aproximadamente 4 horas de haber estado allí “conociéndonos” mejor.

En determinado momento intercambiamos números de teléfono y nos despedimos con un cordial saludo de mano (gracias a Dios, no la tenía monga – eso me alegró muchísimo – pero, bueno, ese es otro tema, ¿no?).

Esa misma noche el chico me llamó y hablamos un rato. De inmediato comenzaron las llamadas, los e-mails y las “invitaciones” para un “date”. Durante nuestras largas conversaciones surgían preguntas (de parte y parte) sobre nuestras costumbres y nuestra vida, en términos generales. Cada vez que le hacía alguna pregunta específica sobre su familia, el transcurso de su vida y cosas parecidas el chico como que medio esquivaba todo y comenzaba su “contra-interrogatorio”. Yo, como soy tan “libro abierto”, le contestaba todo.

De momento, luego de 3 ó 4 conversaciones telefónicas, estaba convencida (y digo convencida, porque la sospecha la tuve desde el día en que lo conocí) de que el chico era “too good to be true” (demasiado bueno como para ser real)…

Con todo y eso salí con él a un “date” un JUEVES al cine y a cenar. Lo pasamos de maravilla, pero algo me daba mala espina. Luego del “date” comencé a cortarlo porque eso de salir un jueves en la noche me “olía” a chico complicado tratando de esconder algo.

Pasaron unas semanas y comencé a ignorar sus llamadas y sus mensajes. De momento un día estoy en mi oficina y me llama una chica y me pregunta que si conozco a “fulano de tal”. Me hice la loca y le pregunté que cómo había conseguido mi teléfono y que conocía a varios chicos con ese nombre… Me dijo que había encontrado mi “business card” entre sus papeles y que cuando le había preguntado al chico, él le había dicho que era un contacto de negocios, y ella estaba llamando para corroborar. Decliné contestar las preguntas de la “chica encuernada” y le dije que cualquier duda que tuviese sobre “su hombre” tenía que aclararla con él.

Llamé al chico tranquilamente y le pedí que borrara mi número de sus récords porque no me interesaba que me estuviesen llamando mujeres con ataques de cuernos. El se sintió ofendido y me juró y perjuró que no tenía nada que ver con la “chica encuernada” y que era una simple compañera de trabajo… Le dije que no tenía que darme explicaciones y que como entre él y yo no había nada que no debería darle una impresión de algo que no era a una pobre chica enamorada.

Después de ese “incidente” decidí ya no atender más sus llamadas y hasta ahí quedó todo. Pasaron los meses y de vez en cuando me llamaba, pero nunca contesté. Les acuerdo que eso todo pasó a comienzos de este año. Pues, ¿quién iba a imaginar? Hace unos 4 ó 5 meses me llama OTRA “chica encuernada” preguntándome que si conocía a “fulano de tal” (el mismo chico). Ese día hablé con la chica y le expliqué cómo ella era la SEGUNDA “encuernada” que me llamaba para “entrevistarme”. Por poco se muere la chica. ¡¡¡Pobrecita!!! Pensaba que tenía exclusividad en cuanto a “encuernamientos”…

En aquel momento le pregunté que porqué en vez de estar llamando a otras mujeres porqué mejor no lo llamaba a él y le preguntaba. Me dijo: “es que él es tan embustero; le he preguntado y siempre me dice que no le está “rapeando” a nadie y que no tiene a nadie más”. ¡¡¡Jeloooooooooooouuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!! ¡Bingo! Si tú misma sabes que el tipo es un EMBUSTERO, ¿qué haces siquiera hablándole? ¿Porqué persistir en mantener una relación con alguien que no merece tu confianza? ¿Yo ella? Lo hubiese mandado a freír espárragos en ese preciso momento. Pero, no. Aún sin poder confiar en la persona, algun@s se empeñan en “tratar de cambiarl@”. ¡Por favor!

Pero ahí no acaba la historia. Hace 2 noches, mientras me dirigía a mi casita luego del trabajo, suena mi celular… ¡Era la primera “chica encuernada” nuevamente! Gente, su primera llamada fue a principios de año. Ya estamos en diciembre (de hecho, en la postrimería del 2005) y todavía la “chica encuernada” número 1 sigue tratando de averiguar si Sergio (oops!) es digno de su confianza y amor. ¡Que bárbara!

A esta chica, como hice con la otra que llamó, le aconsejé citar al chico en algún lugar y hacer contacto con el “network” de chicas encuernadas para todas aparecer en el mismo lugar y a la misma hora para confrontarlo. De hecho, aún NO siendo parte del Club de Encuernadas Anónimas de Puerto Rico, me ofrecí a participar en la “convención”. Todo para verle la cara de ma-ma’o cuando aparezca y las vea a todas juntas. Me pregunto, ¿Cuál será su reacción? Que él llegue a la cita con la “chica encuernada” número uno y que de momento aparezcan una a una las otras 20 ó 25 “chicas encuernadas”. De hecho, me conformo con verlo todo de lejos.

Mujeres, abran los ojos y dejen de estar creyéndole los cuentos a tipos como este que luego (estoy segura) se jactan de cuanta “jeva” tienen.

Hasta donde tengo entendido, el Sergio no solo tiene sus dos hijitas (de su supuesta ex – esposa), sino que tiene un nene con otra chica más y sabrá Dios a cuantas más habrá preña’o. Bobas ellas que se dejan engañar.


La culpa no es de las otras mujeres (que seguramente han sido engañadas por el tipo o a quienes posiblemente no les importe salir con un tipo que sale con 3 ó 4 más). La culpa es del tipo y de la que se deje engañar.

Si el tipo no puede salir contigo de noche, si el tipo no te da el número de teléfono de la casa, si no quiere que sepas dónde vive o donde trabaja, si se niega a presentarte su familia (todo esto después de un tiempo razonable), arranca en ‘fa’ y no permitas que se meta en tu sistema.

Como le dije a estas chicas, si estas teniendo dudas (por mínimas que sean) es o porque eres una insegura o porque tienes razones de sobra para desconfiar.

Gracias a Dios mi pareja actual está claro en cuanto a mi forma de ser y a mi forma de vivir. Mis hijos conocen mi vida también. Pero imaginen qué hubiese sucedido si mi pareja fuese un “chico encuernado” y me oye recibir ese tipo de llamadas… Cualquiera podría preguntarse, ¿Pero, y porqué la están llamando con ataques de cuerno si supuestamente no hay ‘na?

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))



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