…hermosa, rica o educada para que trabajen en su obra; Dios busca gente completamente consagrada a EL.
La consagración a Dios es algo que El demanda y que espera de cada uno de sus hijos. Y, ¿qué es consagración a Dios? Morir al “yo”. ¡Wow! Y, ¡que difícil es eso de “morir al yo”!
Siempre oímos a “hermanos” en la fe decir cosas como: “Yo no puedo hacer esto porque no estoy preparado.” “Yo no puedo ir a predicar en tal o cual lugar porque no “creo” que sea lo que Dios quiera.” “Yo no merezco que me traten así en la iglesia (o en el trabajo, o en la universidad o en la casa).
Yo, yo, yo.
¿Has notado como algunos Cristianos lo que hacen es quejarse de todo lo que pasa con ellos y a su alrededor? Eso es parte del síndrome del “yo”. Mirarse a uno mismo. Alejar la mirada de Jesús. Y eso es muy peligroso porque no nos permite consagrarnos.
Cuando uno está consagrado a Dios, todo es distinto. Confías 100% en Dios y en su Palabra. Estás en constante declaración de esa Palabra y del poder que Dios te ha dado para llevar a cabo todo lo que debes hacer. No hay quejas, ni por enfermedad, ni por depresión, ni por finanzas, ni por situaciones de la vida; porque estás seguro 100% de que el Espíritu Santo está obrando en ti, en tu vida y en lo que te rodea.
Cuando uno se consagra con Dios no le importa si es más alto, más inteligente, más fuerte, más talentoso, más hermoso o más rico. Sabemos que somos capaces de ser lo que Dios ha dicho que somos: “más que vencedores en Cristo Jesús”.
Cuando uno vive consagrado a Dios no reacciona a la crítica ni se apresura a defenderse en todo momento; sino que simplemente se rinde a El.
©Derechos Reservados, Mei-Ling ((-_)))
Friday, August 05, 2005
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment