Wednesday, August 03, 2005

La amistad entre mujeres…

No tengo amigas mujeres. De hecho, nunca las he tenido. Recuerdo de niña, en escuela elemental, siempre haberme llevado mejor con los varones. Aclaro que esto no tiene nada que ver con ser homosexual, o transexual, o “machu’a”, o “tom-boy”, ni nada por el estilo. Tampoco tiene nada que ver con ser enamorá’ u “hombreriega”, como decía alguien que conocí alguna vez. De hecho, me considero bastante femenina (aunque no feminista). Aclaro de entrada también que NO odio a las mujeres ni que tengo “hard feelings” en contra de mi género.


Esto simplemente tiene que ver con relaciones interpersonales.


Cuando nena, veía como las otras nenas se pasaban en grupitos entre 2 ó 3 (ó 4 ó 5) y casi siempre era para “atacar” o “pelar” a las otras. De hecho, teniendo una hija, todavía soy testigo de ese tipo de comportamiento entre las “amiguitas” de mi hija. Siempre rechacé eso de las mujeres y por eso me mantuve alrededor de los nenes. Eran menos complicados. Para “janguear” con las nenas había cierto protocolo (de hecho, aún lo hay); con los nenes no pasa eso. Ellos “janguean” y punto.


Durante mis años de escuela elemental, secundaria y superior mis mejores amigos eran siempre los varones. Claro que tenía compañeras de clase (por estar en el grupo de “comercio”) con las que me llevaba bien y con las que compartía; pero cuando de amistad se trataba, siempre escogía, por alguna razón, a los varones. Luego de adulta comencé a desarrollar algunas amistades entre féminas pero igual fui notando la deslealtad y lo complicada que algunas veces algunas mujeres suelen ser.


Primero que nada, compiten por todo; por la ropa, por los zapatos, por los peinados, por el maquillaje; claro, por los carros no (eso le toca a los varones). Luego se celan por 20 cosas; que si “yo tengo las uñas (o el cabello) más bonitas y más saludables” o “yo tengo mejores muebles y mejores ollas y vajilla que tú”. Claro que también se celan por los novios y los maridos. Dirán que no pero es cierto. [ACLARO QUE NO TODAS, PERO MUCHAS.]


¡Ahh! Si una tiene novio y la otra no, pues la que no tiene se pasa velándole el novio a la amiga para asegurarse de que la trata bien y de que no le hace ninguna “trastada”; o, ¿Se lo estará velando porque le gusta el tipo? ¡Jummm! ¿Quién sabe? Si es el marido, ¡peor!


De ahí el que muchas mujeres le digan a otras: “Nena, a casa no me llames porque mi marido (o novio) no te soporta; que no se entere de que somos amigas.” Enseguidita pienso: “Esta lo que no quiere es que le tumbe el novio” (¡JI, JI, JI!) En realidad, ¿Cuántas no han sido victimas de que alguna “amiga” le tumbó el marido? Bueno, pero ese es otro tema.


Muchas mujeres forman “lealtades” falsas. SI. Lo he visto con estos ojos que se han de tragar la tierra. Dicen querer ser “tu amiga” pero solamente se acercan para “obtener algo a cambio”.


Mis mejores amigos son varones. Son amistades ya de algunos años. Siempre salimos juntos a almorzar y de compras y hasta nos reunimos en familia los fines de semana. Sin embargo, hace un tiempo traté de “janguear” con algunas de las chicas de la oficina y al poco tiempo me rendí. Cada vez que salíamos a almorzar, lo UNICO que hacían era quejarse de esto o de aquello, chismear de las que no iban ese día a almorzar con nosotras o chismear sobre los hijos, maridos y otros familiares. Un día les pregunté si hacían lo mismo cuando yo no estaba con ellas (hablar de mí). Claro, todas nos reímos y ninguna realmente contestó la pregunta. Al buen entendedor, con pocas palabras basta. Y volví a “janguear” con mis amigos varones (en MI caso han resultado ser mucho más leales y sinceros que todas las mujeres juntas).


Algo que jamás podré entender es porqué algunas se dedican a “poner en sobre aviso” a otras sobre alguna mujer a su alrededor. Le dicen: “Vélate a fulanita; es una arpía. No es de fiar.” O, “Mira, esa fue amiga mía y lo que me hizo es daño” o tal vez, “Nena, esa sale con cuanto macho hay, así que cuida a tu novio/marido”. Y ni hablar en las oficinas cuando unas le dicen a otras que seguramente “perenseja” llegó al puesto que llegó acostándose con medio mundo en la oficina. Peor aún, no entiendo como otras simplemente se lo creen o se dejan llevar. Crean falsas alianzas y todo. ¿Acaso no se dan cuenta de que lo que dicen ahora de esa otra mujer lo estarán diciendo más tarde de ellas mismas? Sí. La que te habla hoy mal de alguna mujer, seguramente mañana o pasado le estará hablando mal de ti a otra.


En fin, de que hay buenas amistades entre algunas mujeres no dudo que las haya; pero lo que soy yo, cuando se me acerca una siempre tengo cuidado con lo que digo y cuanto me acerco. Porque eso de que las mujeres se protegen, defienden y cuidan las unas a las otras, en muchos casos, es una falacia. Si las dejan (y aún si no las dejan), se sacan los ojos. Te matan a cuchillo de palo. ¿Qué mejor ejemplo que lo que sucede en los certámenes de belleza? Frente a las cámaras de TV y antes del certamen todas son buenas amigas, casi hermanas; pero una vez gana la que gana (y pierden todas las demás) se sacan los trapitos al sol.


Por último, no puedo sentir respeto (solamente lástima) por mujeres que después de salir de una relación, íntima, sentimental o de simple amistad, con un hombre o con una mujer, se dedican a “pelarlos” en cada esquina. No puedo dejar de pensar que si eso hacen con una persona, a la larga, también lo harán con los demás. Que bueno que siempre me ha gustado darle el beneficio de la duda a la gente y que no me dejo llevar por los prejuicios (bien o mal infundados) de terceros.


©Derechos Reservados, Mei-Ling ((-_)))

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