Thursday, December 14, 2006

¡Sea la madre de los trabajos universitarios cooperativos!

Ya saben, los famosos trabajos en grupo o en pareja que tanto parecen gustarles a los profesores. ¡Sea la madre 20 veces! Pareciera ser que algunos profesores viven debajo de una piedra.

¿Acaso nunca pasaron ellos por este tipo de proyecto? ¿Acaso nunca tuvieron un vago en su grupo de estudio que NUNCA hacía nada y se llevaba la misma nota que el resto del grupo que sí se fajó trabajando? ¿Acaso es que piensan que es justo que una persona que no hace su parte obtenga el mismo grado o calificación que obtienen los que sí hicieron su parte?

¿Piensan que uno que no se reúne con el resto del grupo y que siempre anda con excusas para no hacer el trabajo tiene derecho a sacar la misma nota y llevarse el mismo crédito? ¿O será que los profesores que permiten esto fueron también de los arrastra’os que siempre cogían pon con los que sí trabajaban?

Eso fue lo que me pasó recientemente (por “quintupejesima” vez). Me tocó hacer una presentación (en PowerPoint) para una clase con un chico que pensé sería responsable por su parte.

El día que nos asignaron el trabajo quedamos en que ambos buscaríamos información relacionada al tema y que él me llamaría para ponernos de acuerdo en cuanto a los por menores de la presentación. Eso fue domingo. Pasaron el lunes, el martes, el miércoles y finalmente el jueves le envío un mensaje de correo electrónico preguntándole que cómo andaba la cosa y que me dejara saber si había encontrado información. Ya en ese momento tenía yo la presentación prácticamente terminada; solo me faltaba maquillarla un poquito: no usar los “templates” que provee el programa, sino crear uno propio; acomodar las plantillas en un mejor orden y convertir la presentación en “show”. En fin, el texto y la información ya estaban completos.

El viernes por la mañana el chico me llama diciendo que me había enviado su porción de la presentación. Me quedé boquiabierta. Tres páginas: la primera con el título de la presentación y nuestros nombres (el mío mal escrito, por supuesto), la segunda con el bosquejo de lo que incluiríamos y la tercera con 3 líneas más. Nada, que terminé haciendo el trabajo sola. Lo llamé par de veces entre viernes y sábado (la presentación estaba pautada para domingo) y nunca logré comunicación con él.

Llegó el domingo de la presentación y llegué como de costumbre a mi clase. Imprimí los “handouts” y me preparé para la presentación. El chico llegó tarde y con un celular roto en pedazos usando como excusa que “no tenía celular” y que por eso no se había comunicado conmigo. Me hizo un cuento de que lo habían tirado a una piscina con todo y celular, que tenía la espalda afectada y no sé que excusas más. Le dije (con la franqueza que me caracteriza) que ya había escuchado esas líneas antes y que no me hacían falta las excusas. Le dije que nos íbamos a dividir la presentación y que yo comenzaría la presentación; a él le tocaba hablar de lo que pudiera.

Obviamente el peso de la presentación lo llevé yo. Se lo comenté al profesor antes de que comenzara la clase pero igual cuando fui a discutir con el maestro mi calificación noté que nos había dado a ambos la misma nota. ¿¿¿Quééééééé??? ¡No lo podía creer! Un individuo que no hizo lo que tenía que hacer, que no se mostró responsable con su tarea y que encima de todo llega tarde, igual saca una excelente calificación.

Por eso digo, ¡¡¡sea la madre 20 veces!!!

Derechos Reservados©, Mei-Ling ((-_)))

1 comment:

Dartañán said...

Ja, Ja, Ja, Ja !

Lo mismo pienso yo, SEA LA PROGENITORA DE QUIEN SE INVENTO LOS TRABAJOS EN GRUPO !

Siempre hay uno que otro "vela Guira" que se quiere pasar de listo.