Friday, December 01, 2006

¿Eres esclavo o eres libre?

La Biblia dice en Proverbios 22, verso 7 que “El que toma prestado es esclavo del que le presta”. ¡Que máxima tan interesante y poderosa!

Una pena que mucha gente no crea en la Biblia como un libro realmente inspirado por Dios y mucho menos aún crea que debemos tomar lo que dice literalmente y no como si fuese una novelita de ciencia ficción. Pero ese es otro tema.

De una manera u otra todos le hemos debido algo a alguien en alguna ocasión. O sea, que hemos estado esclavizados aunque sea por un corto espacio de tiempo. Quizá eso no sea un problema tan agudo, pero el vivir endeudado es algo grave.

Comenzamos con una tarjeta de crédito “para ir estableciendo crédito” y la pagamos bien (o casi bien), a tiempo y quizá hasta la saldamos. Pero entonces comienzan a llegarnos ofertas “por lo bien que nos hemos portado” o “por que nos las merecemos”. Algunos miramos nuestro presupuesto (si es que tenemos uno preparado) y decidimos aceptar la lluvia de ofertas de crédito que recibimos porque pensamos que un paguito mensual más no afecta demasiado. ¡Error!

Tomemos por ejemplo la ya famosa tarjeta de Sears. Son muchos los que se quejan de que “esa cuenta nunca baja”. Pero, claro que no baja; ni va a bajar. Y no baja por varias razones; entre ellas porque sigues cargando a la tarjeta cuanta cosa te encuentras de frente o porque sencillamente te dedicas a hacer el pago mínimo solamente. Y claro que pagando $20 mensuales en una cuenta de $1,000 o más, a un 22% o hasta un 29% de interés, te garantiza que no bajará. Ahora la puedes usar también en K-Mart. ¡Que escándalo!

Una de mis resoluciones de 2006 (hechas en diciembre del 2005) fue el saldar todas mis deudas. Obviamente hay deudas un poco más difíciles de saldar por completo en un año, como son la hipoteca, los préstamos de auto, las utilidades y el colegio de los hijos, pero todas esas misas sueltas que puede uno estar cargando a cuestas se quedaron en el 2006. Me hice un firme propósito y lo logré.

A mediados de año saldé y cancelé todas las tarjetas de crédito. Me quedé con una para casos de “emergencia”. Pero esa se vence y se paga al mes, porque aunque hayan otras opciones de pago a mi no me interesan. ¡Así que no más esclavitud!

En los últimos meses he podido inclusive ahorrar; esa palabra que era blasfemia en mi vocabulario. Y no saben la felicidad que se siente (bueno, algunos – bien pocos – lo sabrán) y el alivio al estar libre de deudas.

Lo ideal es comprar con dinero en efectivo. Si no tienes efectivo, analiza bien esa compra. ¿De verdad lo necesitas? ¿En serio no puedes esperar par de semanas o meses para efectuar esa compra de manera más sabia?

Créanme, se siente divino vivir siendo libre de deudas. Es una determinación que uno tiene que hacerse uno mismo de no aceptar ni una oferta más y de entender que si deseamos dejarle un buen legado a nuestros hijos debemos comenzar por hacerles entender a edad temprana que vivir endeudado equivale a estar esclavizado. Que el que debe, o toma prestado, es esclavo del que le presta…

©Derechos Reservados - Mei-Ling ((-_)))

No comments: